Todos alguna vez los comimos o los seguimos comiendo (claro pero con distinto nombre). Gozábamos jugando a abrir la boca y dejar que el sonido hiciera lo suyo, entre más fuerte sonaba mejor, pero. Qué pasaba dentro de tu boca con este dulce. Habían pequeñas explosiones, tu lengua sufría a ratos y tus dientes tenían que vestirse de soldados con cascos para no sufrir daños de estas. Pequeños involucrados que sufrían directamente la consecuencia de estas explosiones in-bucales.
Me quedé con los dientes.
El resultado.
enjOy!



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